viernes, 2 de diciembre de 2016

Mi mayor riqueza: la paz

En un día como hoy, 21 de septiembre de 1981, la ONU proclamó el Día Internacional de la Paz. Pero, ¿qué es la paz? y ¿por qué la llamo yo  “mi mayor riqueza”? 
Todos sabemos que la paz es armonía, equilibrio, tranquilidad, calma, serenidad, estabilidad… Sentimos paz cuando escuchamos o tocamos música, cuando hacemos deporte, cuando nos abrazan o nos besan, cuando jugamos…  Cuando no tenemos paz hay guerra, discordia, conflicto, inquietud, violencia, ira, etc. ¿Estamos de acuerdo? 
Ahora quiero mostrarles qué hay detrás de esta palabra tan corta, de sólo tres letras; quiero señalar el poder y la fuerza oculta que hay en ella, y por qué el ser humano la anhela tanto. Del mismo modo,  también veremos los símbolos universales de la paz y su significado.
La palabra PAZ, dijimos, tiene tres letras, una “P”, una “A” y la “Z”. La letra “P” tiene una cabecita arriba; ésta pudiera representar el cerebro, el órgano más importante del cuerpo humano. Luego tiene una línea descendente en su lado izquierdo;   por medio de ésta se podría decir que desciende la Luz, el conocimiento y/o la energía. Dentro de la Kabbalah, está representada por la letra Pei.  Ésta tiene una puerta del lado izquierdo, por donde entra la Luz.  Además, si miramos la estructura de la letra “P”, podemos ver uno de los hemisferios del cerebro; y si tenemos algo de imaginación,  podemos también ver una fosa nasal o una oreja; casualmente la letra Pei está relacionada con la nariz, y otros autores dicen que con la oreja. El valor numérico de Pei es 80, dato que nos habrá de servir más adelante.
La letra “A” parece una antena y podemos imaginarla  como si, de arriba hacia abajo, emanara Luz/energía. Este signo está relacionado con la poderosa letra hebrea Aleph, y representa el pecho —lugar donde se encuentra nuestro corazón—; tiene, además, la energía de Keter (la corona, de donde emana la conciencia cósmica en el Árbol de la Vida). Y tiene como valor numérico el número uno.
La letra “Z” está compuesta por tres líneas, la horizontal de arriba, en el mundo espiritual,  conecta con la horizontal de abajo —en el mundo material o físico— por medio de una línea en diagonal, mandando la energía en espejo. Esta letra está vinculada con la letra Zain del alfabeto hebreo. En hebreo es un palito con una cabeza y tres líneas que salen de la cabeza. La cabeza de esta letra representa nuestro cerebro, en donde podemos encontrar tanto el tercer ojo, como las glándulas pituitaria y pineal, importantes en nuestro desarrollo espiritual. ¡No lo vas a creer, pero esta letra significa Victoria!  Y su valor numérico es 7.   
Resumiendo,  tenemos una puerta (Pei) por donde podemos conectar con nuestro corazón (Aleph), para obtener la victoria (Zain)… ¡LA PAZ! 
El valor numérico de estas tres letras son: 80, 1 y 7. Si los sumamos, nos da 88. El número 8 encarna el símbolo del infinito, constante movimiento, procesos cíclicos; dentro del Feng Shui es el número de la abundancia, autodisciplina, fuerza. Representa la Luz al final del túnel.
El numero 88 representa la boca;  ¡uy!,  cuidado porque por ahí podemos perder nuestra paz, con todo aquello que decimos. Este número es el Principio y la Perfección. Está relacionado con el pensamiento, la esperanza, el mago dentro de cada uno de nosotros y el triunfo. Y, ¿cómo podemos lograr todo esto?  Con el dominio de nuestra Guerra Interior. 
La Sefirot, esfera dentro del Árbol de la Vida en la Kabbalah) número ocho, es la llamada HOD, que también simboliza Victoria o Gloria; involución y evolución,  y tiene como senda o camino, la conciencia. 
Dentro de los símbolos que representan paz tenemos dos imágenes muy importantes: uno es el círculo que tiene una línea recta en medio, y dos líneas pequeñas en la parte de abajo.  Se podría ver como la huella de un ave y se utilizó mucho en el movimiento hippie de la década de los años 60.  El segundo es la paloma blanca de origen bíblico, en algunas ocasiones con una rama de olivo en el pico. 
Todos los símbolos tienen energía, una fuerza activa, y pueden generar en nosotros, principalmente en el inconsciente, situaciones positivas o negativas. 
Si analizamos el símbolo de amor y paz, el del círculo, podemos encontrar infinidad de respuestas y elementos. Éste fue creado en un momento de desesperación del autor, y yo creo que jamás imaginó lo que representaría a nivel mundial. 
El círculo representa la Tierra, significa el Todo; es el símbolo de lo sagrado y lo perfecto;  simboliza el útero; el círculo es Unidad. Si nosotros observamos el símbolo con las tres líneas hacia abajo, podemos ver una línea en el centro, en donde el mundo espiritual se conecta con el material;  la Luz desciende y el Creador nos provee de Todo en nuestro cuerpo, mente y espíritu porque toca tres puntos en la parte de abajo del círculo. 
Si volteamos este símbolo, podemos ver un árbol con tres brazos. Sabemos que el árbol de la vida es muy importante y representativo en nuestras vidas y en el Universo entero. También se parece a una de las runas, la Runa Algiz, también llamada Man, la cual es muy auspiciosa y positiva. O también podemos representar a un hombre con los brazos hacia arriba, ya sea en señal de desesperación o atrayendo Luz a su vida, conectando con la Fuente Divina. 
La imagen de la paloma, por otro lado, está claramente descrita en la Biblia, dentro del Arca de Noé, en donde representaba que Dios estaba de nuevo en paz con la humanidad. Encontré dos significados de la paloma: cuando lleva la rama de olivo en el pico, simboliza que se desea mantener la paz que ya se alcanzó; mientras que si sólo está volando, simboliza el deseo de alcanzar la paz. ¿Interesante? Me gustaría quedarme con la del ramito, y saber que en nuestras vidas siempre hay paz y sólo debemos  conservarla. 
Tenemos otro símbolo, uno que usamos regularmente con nuestras manos.  En lo personal, a mí me encanta ver a mi hija o a otros niños, cuando van en el coche y ven militares, haciéndoles está  señal. Éste es un gesto manual en donde se levantan los dedos, el índice y el medio de forma separada, mientras que los demás dedos permanecen cerrados, la palma siempre ve hacia afuera. ¿Qué significado podemos encontrar aquí? Primero podemos ver la letra “v” de victoria. ¡Ojo!, porque en algunos países,  si la palma ve hacia adentro,  es un insulto. Lo que yo investigué aquí es el significado de los dos dedos erguidos;  ¿por qué?, porque tienen un simbolismo importante. 
El dedo índice representa nuestro ego,  nuestra personalidad; es el dedo de autoridad, de mando, de orgullo, de dominio. Es con el que das órdenes y con el que acusas. Por otro lado, también representa mi amor, mi poder personal; es con el que afirmo,  doy fe de mi independencia. 
En segundo lugar, el dedo medio representa mi creatividad e ira; está relacionado con mi sexualidad. También indica mi insatisfacción, el cómo vivo yo;  es el dedo del tacto y,  muy importante,  el equilibrio entre la introversión y la extroversión, entre el consciente  y el inconsciente. Es el menos flexible de todos. Representa mi equilibrio en el entorno social, profesional y familiar.
¿Qué vemos?  Yo veo una conexión  de estos dos dedos con todo lo que representan;  están como antenas, enviando a la Luz para transmutar toda la negatividad, el ego, la ira; asimismo  están atrayendo toda la Luz para manifestar amor propio, equilibrio y deseos. 
Dentro de la Kabbalah el número dos representa nuestro entendimiento,  nuestra inteligencia y la Matriz del Universo. Por eso son dos dedos los que se levantan.
Los judíos se saludan  o despiden con la palabra Shalom,  que significa paz, pero no sólo significa eso;  lo que ellos comunican por medio de ésta es una paz completa, con salud, provisión y libre de temor. De la misma manera,  los católicos cristianos se dan la paz en misa diciendo: “La paz sea contigo”. La palabra Shalom transmite salud, armonía, paz interior y tranquilidad, y engloba emoción, intención y sentimiento. El valor numérico de esta palabra suma 7. 
Indudablemente, todos estamos buscamos un camino espiritual para tener paz. Pero si yo la estoy buscando,  significa que la vida es dura, un caos…; sin embargo, si te haces consciente de revelar Luz  entonces el caos en tu vida  desaparece por completo y la consecuencia, sin buscarla, será la paz. 

Tener paz es estar completo. Para redondear esta última aseveración, podemos citar aquí a la Madre Teresa, quien decía: “La paz comienza con una sonrisa”, y ¿cómo no sonreír si se está completo? 

Esculpiendo mi espíritu

Nunca he hecho una escultura, ni con barro o madera, mucho menos con mármol; probablemente usé plastilina en mi infancia, aunque tengo una prima que le encanta hacer muñequitos con migajón y resistol blanco. Por otro lado mi hija de 12 años tiene ya dos años tallando madera en la escuela; jamás imaginé que ella podría hacer unos pajaritos, una espada y creo que pronto hará una vasija. Esto es lo más cercano en mi vida al tema de la escultura.
Sin embargo estudié una carrera relacionada con el arte, Diseño Gráfico. Sabemos bien que, del mismo modo que un diseñador, un escultor utiliza diferentes materiales y medios para expresar y crear; de un material sin forma y burdo va reduciéndolo y esculpiéndolo a la imagen que ha creado en su mente.
A través de la historia hemos observado como el ser humano ha tenido siempre la necesidad de esculpir, lo hemos visto hacerlo de diferentes materiales y de maneras, formas y figuras muy diversas. 
Tenemos al famoso escultor Miguel Ángel, quien decía que para hacer una escultura simplemente se retira el mármol que no es necesario, el que está de más. Haciendo una analogía, de la misma manera, para esculpir nuestro espíritu debemos retirar todo aquello que ya no necesitamos, todo aquello que nos estorba para avanzar y llegar a nuestras metas.
Ciertamente habremos que tomar en cuenta en primera instancia lo que es y significa nuestro espíritu: el espíritu es la energía vital, la fuerza de vida que actúa como mediador entre el alma y el cuerpo. Es lógico pensar que el alma y el espíritu son lo mismo, pero son dos entidades muy distintas. El alma es el Yo Superior, él que desciende al cuerpo físico y trae nuestra misión; por otro lado, el espíritu es el medio por el cual nos conectamos con el Creador y otras entidades de Luz.
Regresando al arte, sabemos que el objetivo principal de cualquier tipo de expresión artística es exponer el sentido de la vida y el entendimiento de la existencia humana. Al mismo tiempo, el arte en cualquier forma de expresión se apodera del mundo para comunicarse con la Percepción Divina, como decía Miguel Ángel.
Continuando con nuestra analogía, cada uno de nosotros creamos con la mente, modelamos nuestra vida con emociones, pensamientos, sentimientos y acciones; esto podría ser comparado con un cincel energético. Cuando observamos obras de arte, como las esculturas, nos quedamos maravillados por su gran belleza. Pero, ¿cuántos de nosotros nos vemos a nosotros mismos de la misma manera? Para empezar, siempre criticamos y juzgamos nuestro cuerpo. Con la moda de las selfies nos tomamos una foto y nos reprobamos: "que feo/a estoy", "mira mis ojeras", "estoy fachoso/a", "no te fijes mucho en mi foto", entre otros muchos comentarios o pensamientos negativos.
Miguel Ángel decía especialmente sobre la vejez que las personas enamoradas de Dios no envejecían. ¿Qué significa esto? Yo lo interpreto de la siguiente manera: si hay Luz en nuestro interior y además la proyecto, jamás envejeceré; sólo mi cuerpo físico cumplirá con su ciclo, pero mi alma será radiante. 
Debemos descubrir y poner en libertad nuestra esencia, tallando y esculpiendo. Conectemos con todo aquello que debemos retirar de nuestra mente, la cual es la principal productora de escombros y basura. Dentro de cada uno de nosotros hay un Ángel que quiere ser liberado y desea conectar con la Luz del Creador. 

Introducción "Si lo puedes soñar, lo puedes hacer"

Reciclando Emociones

"Cosecha Espiritual"

Esculpiendo mi espíritu